miércoles, 7 de diciembre de 2016

A Barack Obama le demandamos:

Regularizar el carácter migratorio de los indocumentados

Cumplir su obligación de brindar trato humanitario a los migrantes

Congruencia con su propio discurso contra Trump

Carta Abierta

Ciudad de México., a 10 de diciembre de 2016

Sr. Barack Obama

Presidente de Estados Unidos de Norte América

Presente.

Durante la campaña electoral pasada para la Presidencia de su país, usted hizo

señalamientos contundentes sobre el peligro que representaría para EU y para el

mundo, el que Donald Trump arribara a la Casa Blanca. El discurso que usted

desarrolló para promover a la candidata demócrata Hillary Clinton y advertir la

amenaza que encarnaba el republicano se acreditaba porque éste no cesó de

exhibir su talante supremacista y su propensión ofensiva particularmente en

contra de los migrantes.

El clima de miedo que se generó en México y en otras partes del mundo

ante los posibles escenarios que se podrían vivir como resultado de la elección

dio condiciones favorables para desplegar un activismo inédito en el exterior de

EU con el ánimo de contribuir a dificultar las aspiraciones de Trump.

En México, muchos ciudadanos y ciudadanas independientes y

Organizaciones no Gubernamentales (ONG) –algunas de ellas promovidas por

fundaciones norteamericanas demócratas– hicieron campañas en México

pidiendo a quienes tuvieran en EU familiares o amigos con ciudadanía

norteamericana, les llamaran para pedirles que votaran por Hillary Clinton.

Argumentaban que esta era una forma de solidaridad con los migrantes a los que

Trump estaba insultando y amenazando con su deportación por no tener papeles

migratorios.

Muchos ciudadanos norteamericanos se convencieron de que la amenaza

de Trump es mayúscula, otros consideraron que Hillary representaba una

amenaza mayor. Pero de lo que hoy no hay duda es que quien muy pronto estará

en condiciones de arremeter contra los migrantes que se encuentran en EU es

Donald Trump; y usted señor Obama, al igual que todos, es plenamente

consciente de ello.

En EU, en México y seguramente en otras partes del mundo hay sectores

y organizaciones sociales que están pensando en formas de colaborar para

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proteger a los migrantes que se encuentran en EU, algunas de ellas tienen ya una

actividad permanente en esta dirección y habrán de seguir desarrollando las

acciones que les permitan afrontar las agresiones anunciadas.

Todos y todas, desde el lugar en que nos encontremos, podremos hacer

algo para oponernos a la crisis humanitaria que sabidamente preparan Trump y su

equipo, pero solamente usted, señor Obama, como presidente de ese país, tiene la

facultad unipersonal para impedir jurídicamente que el peligroso Trump se

ensañe en contra de la población más vulnerable de ese país, que es la de los

indocumentados.

La orden ejecutiva mediante la cual usted les otorgó permiso para

continuar viviendo en EU a los Dreamers, puede ser revocada por el siguiente

presidente. Por eso, ellos y todos los migrantes deben ser protegidos por una

figura jurídica que no sea revocable y que regularice su situación migratoria.

El beneficio que le estamos solicitando se encuadra perfectamente dentro

de la obligación que tienen los Estados de brindar trato humanitario a los

migrantes, la cual está prevista en los tratados internacionales en los que se

encuentran reconocidos los derechos humanos de los migrantes.

No es un secreto que su administración deportó a México a 2 millones

800 mil migrantes y que medio millón de ciudadanos norteamericanos sufren el

desplazamiento forzado a México debido a que sus padres mexicanos fueron

deportados, pero es posible que usted quiera ser recordado no por esto, sino por

una acción que –frente al riesgo que representa Trump, como usted mismo lo

advirtió durante la campaña– proteja del desamparo jurídico a la población

indocumentada.

Al igual que nosotros, usted sabe la catástrofe humanitaria a la que

estarán expuestos los indocumentados; si usted no hace lo conducente para

impedir que continúen en la extrema desprotección jurídica en que se encuentran,

usted será cómplice de lo que les ocurra.

Si un día antes de dejar la Presidencia, Bill Clinton pudo otorgar el

perdón al financista de Wall Street, Marc Rich condenado por múltiple

defraudación fiscal; y si muchos otros delincuentes, incluyendo terroristas, han

sido perdonados ¿por qué usted no podría otorgarles algo semejante a quienes

NO SON DELINCUENTES, no han cometido delito alguno, sino que sólo

incurrieron en una falta administrativa? Si se puede lo más se puede lo menos.

Se trata de voluntad y de congruencia con su propio discurso político.

El próximo jueves 12 de enero a las 5 de la tarde acudiremos a la

Embajada norteamericana en la ciudad de México a recibir formalmente su

respuesta.

Atentamente  ENVIAR FIRMAS A verduzco.car@gmail.com

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